La tarta de acelga y mozzarella es mucho más que una simple receta; es un clásico de la cocina casera que conquista paladares por su combinación de sabores, su textura irresistible y su versatilidad. Ideal para una comida familiar, una ocasión especial o incluso para llevar al trabajo, este plato encuentra el equilibrio perfecto entre lo nutritivo y lo deliciosamente reconfortante. Su belleza reside en su simplicidad: una masa crujiente que abraza un relleno cremoso, donde la tierra y el huerto se encuentran con el lácteo en una harmonía culinaria.
La historia de esta tarta es un viaje fascinante por las cocinas de Europa. Aunque la acelga ha sido un alimento básico en la dieta mediterránea desde la antigüedad, fue la influencia de las tradiciones culinarias italianas y francesas la que popularizó la idea de encerrar rellenos salados en masas horneadas. La incorporación de la mozzarella, un queso que tiene sus propias raíces profundas en la historia de la gastronomía italiana, elevó la humilde tarta de verduras a un nuevo nivel de sabor y textura, creando la combinación icónica que conocemos y amamos hoy. Este plato transculturizado se afianzó con fuerza en países como Argentina y España, donde se adaptó a los ingredientes locales y se convirtió en un emblema de la cocina hogareña.
Más allá de su delicioso sabor, este plato es una opción nutricionalmente inteligente. La acelga es una verdura de hoja verde repleta de vitaminas y minerales. Es una fuente excepcional de vitamina K, crucial para la salud ósea y la coagulación sanguínea, y vitamina A, esencial para la visión y el sistema inmunológico. Además, es rica en antioxidantes y fibra dietética. Los beneficios nutricionales de la acelga son vastos, contribuyendo a una dieta equilibrada. Por su parte, la mozzarella aporta proteínas de alta calidad y calcio, haciendo de esta tarta un plato completo y sustancioso.
Ingredientes para una Tarta Clásica
Para lograr la tarta de acelga y mozzarella perfecta, necesitarás los siguientes ingredientes, que puedes dividir en dos partes: la masa y el relleno.
Para la masa:
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250g de harina 0000
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125g de manteca o mantequilla fría
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1 huevo
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1 cucharadita de sal
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Agua fría, la necesaria (aproximadamente 3-4 cucharadas)
El relleno:
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1 atado grande de acelga (aproximadamente 1 kg)
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1 cebolla grande
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2 dientes de ajo
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250g de mozzarella
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2 huevos
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200ml de crema de leche o nata líquida
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Aceite de oliva
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Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Preparación Paso a Paso
Seguir estos pasos te garantizará un resultado espectacular.
1. Preparar la masa:
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En un bol, tamiza la harina con la sal.
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Incorpora la manteca fría cortada en cubitos y intégrala con la harina usando tus puntas de los dedos o un cortapasta hasta obtener una textura similar a la arena gruesa.
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Añade el huevo y une la masa. Incorpora el agua fría de a poco, amasando ligeramente hasta formar un bollo homogéneo. Envolver en film y refrigerar durante al menos 30 minutos.
2. El relleno:
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Lava las hojas de acelga y separa las pencas (tallos) de las hojas. Pica ambas partes por separado.
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Blanquea las hojas en agua hirviendo con sal durante 3-4 minutos. Escurre y deja enfriar. Este paso es crucial: escurre muy bien la acelga, exprimiéndola con tus manos para eliminar el exceso de agua. Esto evitará que tu masa se empape.
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Pica finamente la cebolla y el ajo. Saltea en una sartén con aceite de oliva hasta que estén transparentes.
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Agrega las pencas de acelga picadas y cocina por 5 minutos. Luego, incorpora las hojas ya cocidas y escurridas. Salpimienta y cocina unos minutos más. Retira del fuego y deja enfriar.
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En un bol grande, bate los 2 huevos con la crema de leche. Añade la mozzarella cortada en cubos y la mezcla de acelga ya fría. Condimenta con sal, pimienta y un toque de nuez moscada. Mezcla todo con cuidado.
3. Armar y hornear la tarta:
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Precalienta el horno a 180°C (350°F).
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Estira la masa sobre una superficie enharinada hasta que sea lo suficientemente grande para forrar un molde desmontable de 24-26 cm de diámetro. Coloca la masa en el molde, presionando ligeramente la base y los bordes.
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Vierte el relleno uniformemente sobre la masa.
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Puedes decorar la parte superior con tiras de masa para darle un aspecto más profesional.
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Hornea durante 30-40 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el relleno esté firme y cuajado.
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Deja reposar la tarta fuera del horno durante 10-15 minutos antes de desmoldar y cortar. Esto permite que el relleno se asiente.

Variaciones y Ideas Creativas
Una de las grandes virtudes de esta receta fácil es su adaptabilidad. Aquí tienes algunas ideas para personalizarla:
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Con pollo: Añade pechuga de pollo cocida y desmenuzada al relleno.
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Ricota: Sustituye la mitad de la mozzarella por ricota para un relleno aún más cremoso.
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Con bacon o panceta: Saltea cubos de panceta con la cebolla para un toque ahumado y salado.
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Espinaca y acelga: Usa una mezcla de ambas verduras para variar los sabores.
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Masa de hojaldre: Para un resultado más rápido y súper crujiente, usa masa de hojaldre prehecha.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Cómo evitar que la masa quede húmeda?
El paso crucial es escurrir la acelga cocida al máximo. Tras hervirla, exprímeela con las manos o usando un paño limpio hasta eliminar todo exceso de agua. Además, precocinar la masa 10 minutos (técnica “blind baking”) crea una barrera contra la humedad.
¿Puedo reemplazar la mozzarella por otro queso?
¡Absolutamente! La ricotta aporta cremosidad, el parmesano un sabor intenso, y los quesos veganos a base de almendras o anacardos son excelentes para versiones sin lactosa.
¿Se puede congelar la tarta?
Sí, tanto horneada como cruda. Para congelar sin hornear, envuélvela en film y consérvala hasta 1 mes. Hornea directamente desde el congelador, añadiendo 10-15 minutos extra de cocción.
¿Qué acompañamientos recomiendan?
Una ensalada fresca (con rúcula, tomate y vinagreta) equilibra la riqueza de la tarta. También puedes servirla con salsas ligeras como yogurt con hierbas o chimichurri suave.
¿Es apta para dietas veganas?
Sí. Sustituye los huevos por harina de garbanzo (2 cucharadas por huevo) y la crema de leche por tofu blando licuado. Usa queso vegetal y masa vegana (sin mantequilla).
Palabras clave integradas: evitar masa húmeda, sustitutos de mozzarella, congelar tarta de acelga, acompañamientos para tarta salada, versión vegana de tarta de acelga.
Conclusión
La tarta de acelga y mozzarella es un testimonio de cómo los ingredientes más sencillos pueden transformarse en un plato extraordinario. Es una receta saludable, versátil y profundamente satisfactoria que merece un lugar destacado en tu recetario. Ya sea que te adhieras a la versión tradicional o te aventures con tus propias variaciones, cada porción ofrece una experiencia culinaria reconfortante. Anímate a prepararla y descubre por qué este plato ha conquistado tantas mesas alrededor del mundo.
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